En este módulo vamos a hacer una aproximación al Teatro del Oprimido (TO).
El TO, la principal creación de Augusto Boal, nace del encuentro entre el teatro popular y la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire. Hoy es una realidad mundial, una metodología conocida y practicada en los cinco continentes. En una de sus últimas entrevista declaraba: “Tengo 78 años. Es demasiado tiempo. Parece que fue el otro día cuando nací y no me ha dado tiempo para hacer ni la mitad de lo que quería. Pero a pesar de todas las dificultades, el TO me realizó. Ciudadano no es aquel que vive en sociedad, ciudadano es aquel que la transforma. Y creo que el TO ha dejado alguna cosa para el mundo” (Revista Foro Latinoamericano de Políticas Educativas, 3 de marzo de 2009).
Las obras teatrales son construidas en equipo, a partir de hechos reales y de problemas típicos de un colectivo tales como la discriminación, los prejuicios, la violencia, la intolerancia. El TO es, ante todo, un espacio de acción que se vale de las técnicas de representación con el propósito de analizar y proponer soluciones de cambio ante la opresión que bajo distintas formas sufren los individuos y las comunidades. “La meta del TO no es llegar al equilibrio tranquilizador, sino al desequilibrio que conduce a la acción. Su objetivo es dinamizar. Esto se consigue a través de la acción concreta, en escena: ¡el acto de transformar es transformador! Transformando la escena me transformo” (Boal, 2004: 95).
El TO es un sistema flexible. A lo largo de sus cuarenta años de vida no ha permanecido monolítico y estático, sino que en su práctica ha ido evolucionando hacia nuevos estadios, añadiendo nuevos objetivos y nuevas técnicas para afrontar los retos concretos que en cada situación se le iban presentando. Por eso actualmente es un sistema estético y práctico que representa “la integración de teatro, terapia, activismo y educación” (Schutzman y Cohen-Cruz, 2002: 15). Desde su primera sistematización en 1970 con el Teatro Periodístico, un teatro de urgencia, ha ido desarrollando nuevas técnicas que han dado lugar a otras modalidades tatrales: Teatro Invisible, activismo político; Teatro de la Imagen, teatro centrado en el lenguaje del cuerpo; Teatro Foro, forma básica para la liberación de la opresión; el Arco Iris del Dese, teatro terapéutico; Teatro Legislativo, el deseo convertido el ley, instrumento de democracia transitiva. Y, finalmente Estética del Oprimido, intrumento para la ampliación de la vida intelectual y estética de los practicantes del TO.
Hoy día es practicado en más de 70 países por campesinos, trabajadores, maestros, estudiantes, artistas, trabajadores sociales y psicoterapeutas. Ha servido para programas de alfabetización, para la reinserción de los internos de las centros penitenciarios, para el debate de problemas sociales (violencia de género, exclusión social de discapacitados físicas y mentales, de toxicómanos, de minorías, etc.), para la reflexión y propuesta de solución de problemas escolares (relaciones entre profesorado y alumnado, relaciones del alumnado entre sí, violencia escolar), la interpretación y modificación de las relaciones familiares, para discutir en la calle los problemas o las leyes que afectan al ciudadano común.
Algunos enlaces:
Motos, T. “Construyendo ciudadanía creativamente: el teatro legislativo de Augusto Boal”
Motos, T. “Teatro imagen: Expresión corporal y dramatización”.
Motos T. y Navarro, A. “Máscaras educativas detrás de la tiza. Experimentando estrategias del Teatro del Oprimido en la formación permanente del profesorado para la reflexión sobre la práctica educativa”.
Baraúna, T. y Motos, T. “ La práctica del Teatro Foro de Augusto Boal. El caso de “Marias do Brasil”.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Tus comentarios nos interesan: