dilluns, de març 28, 2011

La preparación del actor

La preparación del actor (Hacia una interpretación física) Por Ramón Moreno
Síntesis: Curso práctico sobre el trabajo que ha de realizar un actor para conectar con la verdad en la interpretación y como esta se asienta en la propiocepción que el actor tiene de su cuerpo y de su voz.
Principios teóricos:  El actor necesita de su talento para realizar con solvencia su trabajo. Su intuición y sensibilidad le van a ofrecer herramientas con las que actuar en el escenario. También su experiencia, y el trabajo continuado, le va a ofrecer la técnica necesaria para mantenerse en una profesión que depende de unas claves casi inatrapables.
         Pero, aún con la premisa necesaria de un mínimo talento, se pueden preparar, se pueden entrenar, los elementos necesarios para poder realizar una buena interpretación, con la seguridad de que tu trabajo, si es riguroso y honesto, va a ser interesante para el espectador.
         En este curso vamos a detectar, analizar y desarrollar esos puntos de atención que se deben ejercitar para salir con solvencia de una interpretación escénica.
La preparación del actor podemos definirla como “el trabajo que realiza para adquirir una técnica sobre la cual apoyar su arte”. Entendiendo la técnica como “un mapa que te permite recorrer con conocimiento de donde estás, un trayecto que te conduce a un objetivo concreto”.
         Nuestro objetivo es la búsqueda de la verdad escénica. Una verdad que se apoya en la lógica y el sentido común, en el conocimiento y la observación racional de cuanto ocurre a nuestro alrededor para poder trasladarlo a la escena.
         El actor trabaja, normalmente, sostenido por su cabeza, elevado de la realidad, no sólo metafóricamente, si no físicamente. Su centro de gravedad está muy alejado del suelo que pisa, de la tierra que habita, de su entorno… Es por ello que debemos anclarnos mejor al escenario y también al medio social que nos rodea y extraer, con verdad, elementos con los que se identifique el espectador y que le sirvan para ver detrás de ese reflejo una reflexión que le ayude a crecer, a formarse, a evolucionar como individuo. El mismo recorrido, el mismo arco sobre el que transita el actor es el que ha de seguir el público para llegar al objetivo emocional o intelectual que nos hemos propuesto.
         El actor ha de apoyarse en su corporeidad, física y mental, y, por supuesto, vocal. Ha de hacer físico su trabajo, ha de darle una forma real, no metafórica, ni mental. Ha de convivir con los signos que emite y ha de detectarlos para interpretar ese lenguaje codificado que el espectador ha de descodificar en la representación. Las acciones del actor, su actitud van a ser los primeros elementos que el espectador vea, y ya puede pensar o decir lo que quiera, que si con su cuerpo y con los signos que emite, lee otra cosa, se va a ir con otra conclusión.
Ahí es donde entra en acción la coherencia y la huida del autoengaño, ese enemigo permanente con el que convive el actor y que hay que detectar para mantener una constante alerta, que es, en definitiva, lo que hacemos con el continuado estudio del arte dramático y con nuestra repetida preparación actoral.
Actividades:
  • Ejercicios de respiración y concentración.
  • Ejercicios de training.
  • Elementos creativos, de sorpresa y “riesgo”.
  • Actitudes corporales. El foco de atención. El motor de la acción.
  • El trabajo coral.
  • Impulsos, niveles de reacción.
  • Niveles de tensión. La energía.
  • Los códigos interpretativos. Personajes y signos.
  • La improvisación y la búsqueda de la verdad.
  • Secuenciación y subtexto.
  • La escena naturalista: Lopajin y Varia, personajes de EL JARDÍN DE LOS CEREZOS de Chéjov.
  • La escena arbitraria: Fidio y Lilbe, personajes de ORACIÓN de Arrabal.
Necesidades técnicas:
* Los participantes han de memorizar las dos escenas seleccionadas. En el caso de ORACIÓN es posible que, para formar parejas, algunas chicas asuman el papel de FIDIO. Debería quedar claro el reparto y no dejarlo a la elección del alumno, pues han de ser mitad y mitad.
* Al ser un curso con máximo contenido práctico, conviene que el alumno participante venga vestido con calzado ligero y ropa cómoda, preferentemente de color negro.
* Dadas las limitaciones de tiempo del curso, es conveniente asistir a las cuatro sesiones y estar puntual al inicio de cada clase.
Bibliografía:
- Hacia un teatro pobre, Grotowski, Jerzy, Madrid: Siglo XXI Editores, 1980
- El espacio vacío, Brook, Peter, Barcelona: Ediciones Península, 1986
- La puerta abierta, Brook, Peter, Barcelona: Alba Editorial, 1994
- Manual mínimo del actor, Fo, Dario, Guipúzcoa: Argitaletxe, 1998
- Sobre la técnica de la actuación, Chejov, Michael, Barcelona: Alba Editorial, 2002
- El trabajo del actor sobre si mismo, Stanislavski, Konstantín, Barcelona: Alba Editorial, 2003
- El actor pide, Eines, Jorge, Barcelona: Editorial Gedisa, 2007
- Hacer actuar, Eines, Jorge, Barcelona: Editorial Gedisa, 2007
- El actor y la diana, Donnellan, Declan, Madrid: Editorial Fundamentos, 2009

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